Anteayer la misa de aguinaldo correspondió a los alumnos de Ciclo profesional (candidatos a peritos agropecuarios). Ayer fueron los pupilos de Ciclo básico. Así ya han pasado por la animación eucarística todos los grupos de estudiantes, incluyendo los chipilines del preescolar. Los pequeños han tenido más calidad musical que los mayores. Ayer, para remate, falló el cuatrista que había ensayado con el grupo y tuvo que salir un emergente. La homilía estuvo centrada en detalles del Evangelio. El día anterior les hablé de la pasión por la libertad, que incluye la capacitación para asumir las consecuencias de las propias decisiones. Un ejemplo: en la tradición pemón se afirma que quien quiere formar pareja debe tener conuco y casa.
El abuso del alcohol es causa de problemas familiares y comunitarios: hace unos años (1999-2000) tuve una fuerte campaña contra el alcoholismo, que implicó chocar con autoridades locales. Uno de los defensores de la borrachera ya está enterrado. Otro se encuentra con serios problemas de salud en la capital estadal. Logré hacer las paces con todos. Tal vez la confrontación me sirvió para ganar en consistencia sicológica, pero quisiera que la comunidad, más allá del conflicto habido y superado, haya aprendido que debemos tener control sobre la bebida. En pocos días: un padre de familia abusa de un joven menor; un joven cae de un camión por pelea con su padre; dos hermanos se golpean y amenazan... La borrachera no es buena consejera.
El sábado en la noche dialogué brevemente con el jefe Filiberto sobre la actividad realizada por líderes indígenas en Ciudad Bolívar, para presionar al gobierno a ponerse a derecho, según mandato constitucional. El director regional recibió las demandas de los manifestantes: reactivar el proceso de demarcación de las tierras de propiedad colectiva de los pueblos originarios. Ayer los líderes del sector 5, del organigrama de la Federación Indígena del Estado Bolívar, se reunieron en Kumarakapai. Luego, cuando tenga datos, les cuento.