Ayer en la tarde me acordé que el hno. Morillo llamaba a los turistas sifrinos que vienen a mostrar su ego en flamantes rústicos, hartos de licor y vacuencia, 'los bárbaros'. Casi me vuelvo chavista cuando los veo...ja. Un grupo de ellos se detuvo frente a la capilla de Kavanayén. Uno se acercó dizque para confesarse. Coincidió que yo estaba en el WC (poceta, pues). El fraile intentó explicarle que el sacerdote estaba ocupado, que por favor esperara. Pero 'el bárbaro' se molestó, porque el había viajado dos mil km... sin más comentarios.
Misa de aguinaldos en pemón, con los cantantes de Tukuiwokudén sumados a los músicos de Putarí (sectores de este poblado pemón). Homilía basada en pensamientos de Agustín de Hipona, genial africano, y los asiáticos Jesús (el Buen Maestro), Pedro (el pescador), Pablo (el gran converso) y Juan (el águila), sobre el tiempo y la historia.
Antes de la misa de ayer, vespertina, bautizos de caribes humildes y afables. Un ejemplo para los sifrinos arriba descritos. Pero seguro que los sifrinos vacuos se creen el canon de humanidad...ja.
Hoy la misa fue matutina, con otros aguinalderos, representando a Restoven, CVG-Autoridad Gran Sabana, y las Misiones educativas Ribas y Sucre. Homilía centrada en algunos detalles de los primeros dieciocho versículos del evangelio joánico. La Palabra que estaba en el principio: hace quince mil millones de años, según los astrofísicos; se hizo carne hace dos mil años y continúa derramando su luz en todo humano que viene a este mundo, luz que es verdad y gracia (Espíritu que viene en ayuda de nuestra fragilidad, Rm 8, 26). Referencia al Card. Newman, quien hiciera el camino desde la Iglesia anglicana a la Iglesia católica, de mano de los Santos Padres, especialmente de S. Agustín, el africano antes mencionado.