En un reciente diálogo con la Dra. Eylym, ella nombró a Monet y Van Gogh; ayer devoré las cartas de este famoso pintor a su hermano Theo. Hace años vi este libro en manos del Hno. Provincial de los lasallistas, en Caño Tauca, la sede de la Universidad indígena de Venezuela. Hace unos meses me lo obsequió un amigo en Santa Elena. Es un buen texto para acercarse a la persona y la obra del pintor que terminara su vida como Hemingway, con un disparo de escopeta. La fidelidad a Dios y a sí mismo, y la pasión por los libros y la pintura, atraviesan estas cartas, que son una breve selección, traducida por una licenciada en letras de la UCV y publicada por Alfadil (con muchos errores ortográficos).
Ayer la misa fue animada por un puñado de jóvenes que se preparan para la confirmación. En la homilía, un llamado a poner nuestro granito de arena contra todo lo que amenaza a los inocentes: aborto, miseria, violencia doméstica... Hoy leo en el Nacional-e y en el Correo del Caroní-e sendos artículos sobre el tema. El primero, de Alejandro Moreno, sacerdote salesiano especializado en la cuestión. La solución, apunta Moreno, está en el amor, especialmente en los primeros años de vida.
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