Hoy aparece en Correo del Caroní, el mejor diario del sur y oriente del país, la noticia: la avioneta, procedente de Valencia, tripulada por Jesús Suárez (piloto), Carla Pradella, Gladys Delepiani y Marcos Carrillo, se estrelló contra un gigante de piedra, al oeste de Kavanayén. Los encomendamos en nuestras pobres oraciones, a los difuntos y a sus parientes. Nadie sabe el día ni la hora (Jesús de Nazaret)... ningún viviente puede escapar (Francisco de Asís). Frente a esta cruda realidad debemos abandonarnos en manos del Padre Bueno.
Ayer en la tarde celebramos la primera misa de aguinaldo, animada por los docentes de las escuelas bolivariana y técnica de esta comunidad pemón. La homilía estuvo centrada en la tarea de educar (guiar): la importancia de las primeras relaciones (la familia); la escuela como auxiliar de la familia; la personalización de la educación; la prioridad de la educación como acompañamiento para el crecimiento individual, con sentido comunitario (los pilares de la educación según la UNESCO); la educación como manera honesta de ganarse el pan, y mucho más (una misión delicada); pasión y creatividad en la cotidianidad; necesidad de aumentar la calidad académica; la reciente presencia de la Universidad pedagógica libertador (UPEL) en Kavanayén (don y tarea).
Misa y mesa: los docentes me invitaron a su fiesta navideña. Regalos para los amigos no tan secretos y cena. La Hna. Zaida y este escriba nos retiramos pronto, porque el servicio eléctrico sólo dura hasta las 10:00 pm en estos días.
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