Nuevamente pasé varios días sin poder escribir en este blog. El infocentro sigue cerrado. Los cibercafé de las dos Rosas, Urriza y Sosa, en Kavanayén, estaban preparándose para el servicio al público. Creo que ya están listos. Ahora les escribo desde la casa del noviciado de los hermanos menores capuchinos, en la capital municipal de Gran Sabana, Santa Elena de Wairén.
He venido a la capital para el encuentro trimestral de laicos animadores espirituales de sus comunidades, que organiza el Lic. Jesús de La Torre, quien ayer cumpliera 51 años. Su esposa, sus tres chiquillas, el Obispo, el vicemaestro de novicios, los cuatro novicios, el guardián del Tukuko, un fraile andaluz y quien les escribe, celebramos la ocasión. Mons. Jesús A. Guerrero y el novicio Víctor, como guitarristas, fueron el alma de la pequeña fiesta.
Domingo y lunes pasados tomé parte en un encuentro de la Federación de indígenas del Edo. Bolívar, en Kavanayén. Esta organización nació en la década de los setenta y, a mi juicio, y el de varios participantes, es la más fuerte organización indígena en Venezuela, con claridad de objetivos y sentido crítico ante el proceso político venezolano. Gran parte del encuentro se gastó en lo que podemos llamar revisión de vida. Esto suele ser doloroso, pero como algunos líderes dijeron, es necesario, para buscar la unidad y fortalecer la organización, sujeto colectivo que no debe identificarse con la junta directiva. Este año por cierto deben realizar asamblea para elegir la nueva junta directiva. Hay consenso en que el objetivo fundamental es alcanzar la titularidad sobre el territorio tradicional, según mandato constitucional todavía incumplido por este gobierno que se dice aliado de los pueblos indígenas. En la primera semana de mayo tendrán una asamblea mayor, en C. Bolívar, para la elección del precandidato de los pueblos indígenas del Estado Bolívar en las venideras elecciones para diputados nacionales.
Un tema apenas rozado, pero presente, fue la realidad de la división en el movimiento indígena: antes hubo dos directivas del Consejo nacional indio de Venezuela (CONIVE); una directiva fiel a la diputado wayú Pocaterra y otra a la ministra yekuana Nicia; ésta creó otra organización, llamada CONVIVE. Conive aparece 'casado' con el PSUV. Supongo que también Convive. Ya hay candidatos de línea opositora para dichas elecciones. La voluntad de poder, según Nietzsche, es universal, pero se alborota especialmente en los políticos en estas coyunturas y, con mucha frecuencia, el cacareado deseo de servir al pueblo (que no sé si alguien cree), es simple gana de encaramarse en el aparato estatal para disponer de bienes públicos como si fueran privados (esto es capitalismo muy salvaje).
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