Guadalupe Sigala, hija de Bosco y Anastasia, arekuna, es la propietaria de un restaurante fundado en el 2002. Ahora mismo les escribo desde su laptop, en su local. Recién bebimos un café negro. Le prometí, hace tiempo, escribir sobre su negocio, donde atiende turistas de todo el mundo; pueden venir y confirmarlo en su libro de visitas. Vayan estas líneas en pago de la promesa. Su tlf es 0288: 4403079.
Recuerdo que un día, cuando Guada estudiaba en la Universidad Bolivariana, aldea Kavanayén, me invitaron sus compañeras para ayudarles a comprender lo del socialismo del siglo XXI, que les habían planteado en la materia 'Nueva ciudadanía'. Les hablé sobre Carlos Marx y su visión de la historia como lucha de clases, con las conocidas revolución, dictadura del proletariado y sociedad sin clases ni Estado. También les conté, claro, los resultados históricos de la revolución rusa y el implosionado imperio soviético, con Gorbachov y compañía. Al final, Guada preguntó si podía decirlo más brevemente. Entonces le conté sobre la experiencia de Cuba y los llamados 'paladares': pequeños restaurantes que fueron permitidos por el gobierno y luego cerrados, por ser desviaciones capitalistas y contra-revolucionarias. Guada dejó de ir a clase desde entonces... no cree en un proyecto político que ya mostró lo que da de sí, en todo el mundo, incluyendo la dolida Cuba.
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