En anterior entrada escribí un poco sobre el encuentro de tres iglesias locales que, ejerciendo su catolicidad (universalidad), van haciendo un itinerario de reflexión, diálogo y trazado de líneas comunes de acción pastoral, es decir, en el seguimiento del Buen pastor nazareno. Hablo de las diócesis de Georgetown y Boa Vista, y del Vicariato apostólico del Caroní.
En dicho encuentro participamos sesenta agentes de pastoral variopintos: mujeres y hombres; latinoamericanos, africanos, asiáticos, europeos y norteamericanos; laicos y clérigos... El encuentro en sí mismo es expresión de catolicidad.
Trabajamos en tres mesas de pastoral social: economía, organización social y salud. El compromiso común, ya reseñado en entrada anterior, fue en salud. Se trata de aunar esfuerzos para mejorar ese servicio en las fronteras. La gente que labora en esa área organizará dos seminarios, uno en la frontera Brasil-Guyana y otro en la frontera del coloso con Venezuela.
Cada iglesia local sacó sus propios compromisos: en el Vicariato, la delegación menos numerosa, dialogamos y nos comprometimos a acompañar más de cerca las iniciativas comunitarias en las nombradas áreas, especialmente en salud. El Obispo insiste en la necesidad de facilitar formación sociopolítica y en acompañar a las comunidades en las exigencias que el Estado debe responder (infraestructura, seguridad, salud, educación...), aprovechando las ofertas gubernamentales de organización comunitaria (consejos comunales, cooperativas...).
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