Salmo 3: Clamo a Yahvé/ desde su santo monte./ Él me responde.
El Maestro nos ha enseñado que el lugar de oración no es Garizim o Jerusalem, sino en espíritu y verdad. Oración, ayuno y limosna son obras de la piedad judía que hemos heredado los cristianos. El Carpintero Mesías nos invita a realizarlas no para ser vistos (oh, narcisismo posmoderno) sino para agradar al Altísimo que ve en lo secreto.
jueves, 17 de junio de 2010
Pbro. Lucio Fierro y hospital local
A las 2:30 pm el Obispo del Vicariato del Caroní, Mons. Jesús A. Guerrero, dio inicio a la misa por el eterno descanso del Pbro. Lucio Fierro. Alrededor de doscientas personas participamos en esta eucaristía, en la catedral, dedicada a Santa Elena. Pregunté al Obispo por qué Lucio no era sepultado en la catedral. Me contestó que el mismo Lucio pidió ser enterrado cerca de las tumbas de sus padres, en el cementerio de la ciudad, vecino a la comunidad pemón de Manakrü. Unas trescientas personas estuvimos en ese lugar, al pie de los cerros que rodean Manakrü por el oeste. El coro entonó cantos en pemón y en castellano.
El Pbro. Lucio tenía 86 años, más de cincuenta de sacerdote; ejerció su ministerio en medio del pueblo pemón, especialmente en las pequeñas y dispersas comunidades. En un auditorio de la UCAB, en Caracas, hace años, en el contexto de un Encuentro nacional de indígenas y misioneros, afirmó que el día de su ordenación, en Guanare, de manos del Cardenal Arteaga, cubano, comenzó una fiesta que hasta entonces no había terminado. Hoy pasó de esa fiesta al banquete del Reino de los empobrecidos y los misericordiosos.
Los familiares más cercanos, el Obispo y los novicios capuchinos fueron quienes lo atendieron en los últimos meses. En la homilía, el Obispo hizo especial reconocimiento al personal del Hospital local, que en medio de limitaciones, le dieron la mejor atención posible.
Por cierto, líderes indígenas, especialmente Carlos Somera (por la correspondencia), es buena la coyuntura para hacer saber al Gobierno que las obras de reparación de la emergencia del Hospital local han durado dos años y están otra vez detenidas. Además, no hay suficiente dotación de medicinas. Muchos enfermos iban a buscar refugio en Boa Vista, cuyo hospital es admirable, pero el Gobierno brasileño, a través de su policía federal, ha cerrado esta vía.Puede parecernos cruel. Pero el Gobierno vecino no tiene por qué cargar con la ineficiencia de nuestro Gobierno maula, que deja perder toneladas de alimento y no es capaz de atender las demandas de la población. Menos verborrea y más acción eficiente. Por sus frutos los conocerán, dijo el Maestro.
El Pbro. Lucio tenía 86 años, más de cincuenta de sacerdote; ejerció su ministerio en medio del pueblo pemón, especialmente en las pequeñas y dispersas comunidades. En un auditorio de la UCAB, en Caracas, hace años, en el contexto de un Encuentro nacional de indígenas y misioneros, afirmó que el día de su ordenación, en Guanare, de manos del Cardenal Arteaga, cubano, comenzó una fiesta que hasta entonces no había terminado. Hoy pasó de esa fiesta al banquete del Reino de los empobrecidos y los misericordiosos.
Los familiares más cercanos, el Obispo y los novicios capuchinos fueron quienes lo atendieron en los últimos meses. En la homilía, el Obispo hizo especial reconocimiento al personal del Hospital local, que en medio de limitaciones, le dieron la mejor atención posible.
Por cierto, líderes indígenas, especialmente Carlos Somera (por la correspondencia), es buena la coyuntura para hacer saber al Gobierno que las obras de reparación de la emergencia del Hospital local han durado dos años y están otra vez detenidas. Además, no hay suficiente dotación de medicinas. Muchos enfermos iban a buscar refugio en Boa Vista, cuyo hospital es admirable, pero el Gobierno brasileño, a través de su policía federal, ha cerrado esta vía.Puede parecernos cruel. Pero el Gobierno vecino no tiene por qué cargar con la ineficiencia de nuestro Gobierno maula, que deja perder toneladas de alimento y no es capaz de atender las demandas de la población. Menos verborrea y más acción eficiente. Por sus frutos los conocerán, dijo el Maestro.