Rutina frailuna matutina: levantada, aseo, cafecito, laudes, desayuno... He tenido tiempo para leer mis buzones-e en Gmail y Cantv, y las versiones-e de El Nacional y Correo del Caroní... así me entero de la heroica y estratégica hazaña del ejército venezolano contra el imperialismo yanqui y la oligarquía colombiana: derribaron unos pasos peatonales (si no me creen, léanlo en prensa; Obama y Uribe se van a morir... de risa). Terminé de devorar unas páginas de 'ADN asesino' de P. Cornwell. Bajé a casa vecina a saludar a Noly Fernández, directora nacional de salud de pueblos indígenas, quien ayer estuvo muy ocupada en un encuentro nacional e internacional de su área de trabajo; siempre elegante y sonriente, con su manta wayú... Le conté a ella y Aime, de su equipo, la victoria de los 19 arekunas, exempleados de Evcavén. Noly se marcha, rauda, al aeropuerto gransabanero. Trabajé un poco en la breve ponencia que debo presentar en la asamblea viceprovincial de los capuchinos que vivimos y laboramos en Venezuela. Llamé a Berenice Sigala, jefa de educación en este paradisíaco municipio, pero estará ocupada hasta la noche.
En la noche fui con Bere a comer una pizza y beber unas cervezas en Kamadac, un local propiedad de un europeo casado con una pemona del sector Cuyuní, sector 4 en el organigrama de la Federación indígena del Estado Bolívar. Dialogamos sobre la coyuntura en Kavanayén y en su trabajo de gerente educativa; le hice la oferta de Kepler, venezolano residenciado en Europa que está interesado en colaborar con los pemones para que éstos vayan construyendo su espacio en Wikipedia, en su idioma caribe.
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