Ayer, con la misa vespertina, culminamos el primer día del encuentro de laicos que animan litúrgicamente algunas pequeñas comunidades católicas, dispersas en la Gran Sabana. En esta celebración, presidida por el Obispo, Mons. Jesús Alfonso Guerrero, conmemoramos el aniversario catorce de su consagración episcopal como Vicario apostólico del Caroní. La eucaristía tuvo lugar en la Catedral. Quien escribe fue el predicador, llamado a la brevedad por la regla franciscana y por el Obispo, minutos antes de iniciar la celebración.
En la homilía hice referencia al cuerpo del Cristo total, que tiene diversos órganos, con sus respectivas funciones. El Obispo y los ministros de la Palabra son diversos órganos, pero miembros del mismo cuerpo, con el Buen Pastor como modelo común. En el evangelio correspondiente, el Buen Maestro nos da ejemplo de libertad de espíritu y sentido crítico. Vino nuevo en odres nuevos. El hombre como más importante que los tiempos y los lugares sagrados. Honda crítica a las religiones, incluyendo al catolicismo. J. Klausner, erudito judío, necesariamente cribador con Jesús de Nazaret, desde su óptica judía, reconoce sin embargo que no hay rabino comparable con Jesús en nivel ético y en capacidad de seducción, con su arte de las parábolas y los aforismos. Este contrincante hizo que bandos contrarios como eran fariseos y herodianos, se pusieran de acuerdo en algo: matar al carpintero Mesías, profeta que amenazaba el 'orden' establecido.
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