Ayer participé en una reunión de lo que entre los pemones se va conociendo como grupo de los siete. Un equipo de capitanes del sector seis del organigrama de la Federación de indígenas del Edo. Bolívar, que se reúne periódicamente para estudiar la coyuntura y dar respuestas concretas a diversos problemas. Permanecí en silencio hasta que me dijeron que opinara. Di con brevedad mi parecer sobre uno de los puntos abordados en el diálogo, sincero y sereno. Luego volví a mi rol de espectador y analista. Es bueno saber que los pemones cuentan con espacios como éste. Aquí hay un intento de 'pensar la realidad del pueblo pemón' en orden a encontrar soluciones a problemas acuciantes. Lisa Henrito y Donald Martínez condujeron la conversación. Recuerdo que en una ocasión Valeriano, veterano líder arekuna, de Kavanayén, preguntó: '¿dónde se piensa la realidad pemón?'. Este grupo es una realidad esperanzadora.
Escucho el canto de los gallos y los pajaritos. Pronto iré a clase con los novicios, continuando con la cuestión de los pueblos indígenas en Venezuela. Evoco fragmentos del diálogo de ayer y un trozo de un texto del Che Guevara que aparece en una revista de formación sociopolítica que me obsequiaron unas mujeres del PSUV: en ambos casos se trata de la importancia de formar líderes y de trabajar también en la formación de las comunidades. Habilidades técnicas, capacidad administrativa, ética, pensamiento crítico, raíces culturales... son algunos de los campos de dicha formación.
Se está dando un ataque a diversos líderes pemones: ¿es sólo por intereses personales (quítate tú para ponerme yo?); ¿está mezclado con prejuicios raciales (alguien no quiere que haya 'indios' en esos puestos)?; ¿hay intención política de debilitar el movimiento pemón? La realidad es compleja, opaca y dinámica. Por eso son importantes el estudio y el diálogo. Veremos.
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