Ayer en la tarde regresó el Hno. José Manuel, que había ido de compras a la capital municipal, que describe colapsada por la afluencia de turistas. La gasolina siempre es un problema en el municipio, por el contrabando y la corrupción de los cuerpos de seguridad. Pero en estos días se agudiza, por imprevisión e ineficacia, unos productos culturales venezolanos, según parece.
Estoy leyendo una obra muy interesante: Jesús de Nazaret, de J. Klausner. Un estudio histórico sobre el carpintero Mesías, publicado en 1927 por un erudito judío. Este texto es un préstamo de la biblioteca municipal de la Gran Sabana. Hace poco leí el Jesús, de Pagola, un teólogo español. Estudié, en el Instituto de teología para religiosos, hace más de veinte años, una obra de Schillebeeckx y otra de Jon Sobrino, cristologías bíblicas. Puedo decir que esta obra de Klausner es sorprendentemente actual. Un lector cristiano puede sentir el sesgo judío a veces chocante; pero superando ese sentimiento, puede encontrar elementos muy sugerentes. En Quito, hace unos meses, en la librería Abya Yala, especializada en textos sobre culturas indoamericanas, tuve en las manos un libro deseado de Crossan, sobre Jesús, pero era muy costoso. Igual me pasó en España, hace años, con la obra monumental de H. U. von Balthasar, Gloria. Pude leer un tomo en los trenes españoles, prestado de la biblioteca de la casa Provincial de Castilla. Hace poco compré y devoré el Epílogo de esa obra vonbalthasariana.
jueves, 7 de enero de 2010
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