Segunda clase con los novicios capuchinos sobre 'pueblos indígenas en el documento de Aparecida'. Ayer tuvimos una introducción. Hoy nos hemos centrado en el contexto. La realidad como compleja, opaca y dinámica. La globalización, el neoliberalismo, la importancia de las técnicas de informática y comunicación. Gobiernos originados en procesos electorales democráticos, con rasgos de regresión autoritaria y neopopulismo (prometo no hablar de política nacional en esta entrada...ja). La avalancha de la cultura globalizada (la de las masas norteamericanas) que carcome la diversidad cultural. La descolonización, el feminismo, la tarea ecológica: los ecos de estas cuestiones en Gaudium et spes y el magisterio posconciliar (después de 1965), especialmente en América Latina. La importancia de la formación cívica y ética. Claves de la doctrina social de la iglesia. Necesidad de superar una reducción de la pastoral a 'brujería litúrgica' (rituales sin vínculo con la praxis solidaria, tema del juicio final, según el Maestro). Crítica profética y jesuánica a la religión de ley y templo, ayer y hoy.
Escucho el canto de las aves y el murmullo de las gotas de lluvia. Una mañana fría y gris en este sur bolivarense. Después de clase reviso mis buzones-e y leo prensa digital. Estoy disfrutando de páginas de la obra de Ratzinger-Benedicto XVI (así está dicho en la carátula) sobre Jesús el Cristo. Antes de clase hice breve caminata hasta la panadería y bebí un 'capuchino'. Mientras camino rumio el evangelio cotidiano: nos conviene la presencia-ausencia de Jesús (no le vemos, pero prometió acompañarnos cada día) para que nos anime el Defensor y Consolador, Espíritu que le ungió a él y nos unge a nosotros para participar en La Misión: ser buena noticia para la creación entera, pero especialmente para los sufridos, los excluidos, los empobrecidos (Lc 4, 14ss). Veni creator spiritus...
martes, 11 de mayo de 2010
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