domingo, 28 de junio de 2009

los makunaima X

Un día, Chiké, contra el parecer de su hermano mayor, fue hasta la cueva de Mauraimá, un lagarto gigante, quien lo devoró completo, sin masticarlo siquiera.
El hermano mayor fue hasta la boca de la caverna, hizo fuego y colocó ajíes sobre el mismo; Mauraimá salió de su cueva, tosiendo fuertemente, de modo que vomitó, vivo, a Chiké.
Entre los pemones, como en toda sociedad tradicional, la obediencia a los mayores es una clave existencial. Ben Sirac 8: no menosprecies lo que dicen los sabios, los ancianos. En el mundo moderno (y posmoderno) parece no haber lugar para los viejos, al mismo tiempo que la sociedad envejece por políticas antinatalistas. La tradición es menospreciada. Lo novelero y espectacular aparece como lo valioso. Un día, dialogando en Kavanayén con un joven turista japonés, escuché: ¿el zen?, mis abuelos sabían de eso... Tal vez él estaba fascinado por la última película hollywoodesca o el último grupo de rock inglés.
La globalización es un fenómeno con muchos aspectos. Es genial la plataforma de comunicación. Pero al mismo tiempo, como todo lo humano, puede estar al servicio de intereses bastardos. Las culturas tradicionales y variopintas están amenazadas por la uniformización, avasalladas por la cultura de los países industrializados, especialmente la usamericana.
Los ancianos suelen ser las bibliotecas del tercer mundo, como señala Kapuscinsky en una obra suya sobre África. Los jóvenes indígenas, especialmente los educadores, tienen una necesaria y urgente tarea, grabar y aprovechar la sabiduría de los abuelos.
Fr. Cesáreo de Armellada dejó más de mil horas de grabación sobre la cultura pemón. Este valioso tesoro ha sido digitalizado por Javier Mendizábal. A partir de esas grabaciones (Logoteca pemón), un equipo de pemones, coordinado por la Lic. Maite Ayala (egresada de la UCAB), ha producido dos tomos de una colección llamada ‘Los cuentos de los abuelos’, coedición del Vicariato del Caroní (depositario de la Logoteca ) y Electricidad del Caroní, antes parte de la Corporación Venezolana de Guayana, ahora miembro de la Corporación eléctrica nacional.