jueves, 24 de junio de 2010

Cántico del sol X

Load y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad.

Últimos versos del Cántico de las criaturas o del Hermano Sol, obra del poeta de Asís, que se llamara a sí mismo 'juglar de Dios', fundador de la familia franciscana, árbol del cual somos los capuchinos una pequeña rama, del siglo XVI.

Esta mañana estuve compartiendo algunos comentarios del Cántico, con los tres retoños más jóvenes, en Venezuela, de la rama capuchina del árbol franciscano.

Leonardo Boff, en un apartado de su libro 'Ternura y Vigor', valora altamente la obra de Eloi Leclerc sobre el Cántico. La clave de la lectura del Cántico, según el fraile francés y el exfraile brasileño, está en unir arqueología (búsqueda del hondón) con ecología, es decir, espiritualidad con defensa de la creación. Releer el Cántico desde las experiencias profundas del autor, es una invitación a crecer en el seguimiento de Jesús al estilo del Pobre de Asís, que nos llama a la oración, la fraternidad y la minoridad (humildad, ascesis, solidaridad con los empobrecidos).

Kavanarú, Cántico del Poverello, octavo haiku.

Nuevamente escribo desde la laptop de Guadalupe, mientras ella disfruta del partido Japón versus Dinamarca. Van ganando los nipones.

Esta mañana se fueron los frailes Raúl y José Manuel a Santa Elena, capital gransabanera. El primero habrá presidido la misa en la fiesta patronal de S. Juan de Kamoirán. Así se va despidiendo del Vicariato del Caroní, donde ha vivido su año de experiencia misional, residiendo en el centro misional de Kavanayén, en el cual fuera recientemente ordenado sacerdote según el rito de Melquisedec, es decir, de Jesús de Nazaret. Un andaluz hecho sacerdote según el rito de un galileo.

Clases de franciscanismo con tres postulantes. Simón-pemón sigue en casa por la salud de su padre. Tema en clase: Cántico de las creaturas. Poesía, espiritualidad y ecología. Nos acercamos a la visión crítica de Edgar Morin, quien habla de una crisis planetaria, de la humanidad y la tierra-patria (madre-tierra, dice el Pobrecillo).

Octavo haiku: Señor Yahvé:/ glorioso es tu Nombre/ en todo el orbe.

Yahvé: 'yo soy el que soy'; 'yo soy el que seré'; 'yo soy'... son algunas de las traducciones de ese nombre del Innominado o Multinominado, del trascendente que por tal se hace ausente, pero está presente en lo más hondo de cada criatura, dándole el ser, aunque sea regalo contingente (lo que puede dejar de ser). Ese nombre es glorioso en todo el orbe. Sir 39, 16: Hermosas son todas las obras del Señor.