viernes, 10 de julio de 2009

novedades en el Tukuko

Hoy celebramos, en la cena, en este convento de La Merced, que los capuchinos 'heredamos' de los mercedarios, la llegada a Venezuela de Wolfan y Olga. Son retoños de la misma pareja y de la misma tierra: Colón, en el Táchira. Ella es Misionera del Divino Maestro en África. Él está por ser ordenado sacerdote, en su pueblo natal, para ir luego al centro misional Los Ángeles del Tukuko, al pie del Piyitako, en la Sierra de Perijá. También festejamos el final de los estudios teológicos del Hno. Alfonso Mora, otro tachirense consagrado y misionero. Wolfan y Alfonso serán la novedad en el Tukuko, donde harán fraternidad con los frailes que ya están allí. Los dos hicieron parte de sus estudios siendo seminaristas diocesanos en S. Cristóbal, su diócesis de origen. Más tarde entraron a la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, realizando su postulantado y noviciado en Santa Elena de Uairén, en la majestuosa Gran Sabana.
Uno de sus compañeros, Richard, tachirense, exseminarista diocesano, fraile capuchino, es ahora el vicemaestro del noviciado, en la nombrada capital gransabanera. El otro, Nelson, del sur del Lago, ha estado de experiencia misional en el Delta del Orinoco, haciendo fraternidad con el Hno. Damián, veterano castellano con muchos años de servicio en medio del pueblo Warao; y ha sido aceptado para su profesión perpetua como 'encapuchado' franciscano. Supongo que Nelson vendrá a Caracas para continuar sus estudios eclesiásticos.
Son buenas noticias para la Viceprovincia de Venezuela y para la Iglesia en Perijá, concretamente para ese centro misional tan importante en la historia del pueblo yukpa, miembros de la gran familia caribe. Ellos y los japreria son los dos pueblos caribes ubicados al occidente del país. Los otros caribes están en el oriente (kariñas, por ejemplo, en Anzoátegui) y al sur (yekuanas, pemones, eñepá, akawayos, en Bolívar). Los yukpas, al igual que todos los pueblos indígenas en Venezuela, claman por el cumplimiento del mandato constitucional de reconocimiento legal de la innegable propiedad moral de sus territorios. Pero el autoproclamado revolucionario Estado, dócil al caudillo, parece familia de la tortuga que en los comics de Mafalda es nombrada democracia.

desde La Merced, Caracas

Considero a Yoani mi maestra en el blog. Fue después de leer sus famosas columnas que decidí aprovechar este espacio electrónico para compartir reflexiones nacidas de la existencia en medio de los pemones, particularmente los arekunas de Kavanayén, comunidad ubicada en la Gran Sabana, muy conocida por su belleza fascinante; ahora más conocida, por el concurso de las siete maravillas del mundo, todavía en proceso, y por la película UP.
Terminé mis gestiones para sacar pasaporte y viajar a Quito, Dios mediante, en agosto. Este es un lujo que no puede darse la maestra Yoani. Ya ustedes saben por qué: un funcionario cubano dijo que la dificultad para sacar permiso de viaje en ese 'mar de la felicidad' se debe a que si salen todos quién va a cuidar la isla (y el dinosaurio político). Yoani ha dicho 'yo no me voy'.
Realizamos la reunión de la comisión organizadora de la asamblea viceprovincial, que tiene como objetivo elaborar un nuevo proyecto para los capuchinos que vivimos y trabajamos en esta pequeña Venecia (navegando en la red topé con una película de Ruddy Rodríguez, donde la bella interpreta a una fémina con el nombre de la ciudad de las góndolas).
Los estudiantes de nuestra vetusta casa de La Merced, herencia involuntaria de los mercedarios, quienes al igual que todos los religiosos fueron exclaustrados por la ideología liberalista de el Americano Ilustrado, están afanados con los últimos exámenes en el Instituto de Teología para religiosos (abierto para diocesanos y laicos). Son cursantes del propedéutico y filosofía. El primero, necesario por el mal estado de nuestro sistema educativo. La filosofía es parte de la tradicional formación de clérigos en la santa madre Iglesia, desde que los Padres de la iglesia, primeros teólogos después de los apóstoles, pusieran en diálogo la fe cristiana con la paideia (cultura, pensamiento, pedagogía) griega.