Otra jornada de oración, escucha, reflexión, grupos y plenarias. Vino la Hna. Gisela Vargas, del Buen Pastor, colaboradora del departamento correspondiente de la conferencia episcopal ecuatoriana, para compartir su experiencia en pastoral juvenil y vocacional. Del trabajo nuestro van saliendo criterios para estas pastorales: realizar las opciones del magisterio latinoamericano, desde nuestra condición de discípulos y misioneros consagrados; formar a los hermanos y a los seglares, especialmente de nuestra familia carismática (franciscana), para estas tareas, con un enfoque posconciliar (común vocación a la santidad en diversos estados de vida); un hermano liberado, con un equipo de trabajo; compromiso de toda la circunscripción; plan de vida y misión de la viceprovincia, que subraye la importancia de dichas pastorales; ampliar el radio de oferta; estar presentes en la red electrónica (son muy buenas las páginas web de Ecuador y México); cuidar el proceso de acompañamiento, discernimiento y selección de los jóvenes, particularmente de los aspirantes.
Hoy, después de almuerzo, se marchó el Hno. Miguel Ángel, de la provincia de Chile; debe viajar a la patria de Neruda, y de allí a España, para visitar a su madre, quien se encuentra delicada de salud. Una oración por el sonriente Miguel y por su madre.
En la primera parte de la tarde, siesta y lectura de páginas del texto de Pagola sobre Jesús de Nazaret. Disfruto de este libro, parte de la reciente ola de investigación sobre el Jesús histórico. Muchos hermanos fueron a jugar fútbol a la vecina cancha de los agustinos.
Cierro la jornada colaborando con Richard en la redacción de la crónica del encuentro y escribiendo esta entrada, en Conocoto, cercanías de Quito, casa de espiritualidad de las Bethlemitas.
miércoles, 26 de agosto de 2009
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