Ayer tuvimos la misa de aguinaldos en la mañana, por petición de la gente del sector Sororopán, que a continuación organizaron un tumá, una comida comunitaria que me hace recordar el dicho patrístico: la comunidad celebra el banquete y el banquete constituye a la comunidad.
Esta mañana hemos celebrado la misa de Magos, es decir de Reyes, según la Tradición. Magos de Oriente, tal vez de Persia (hoy Irán). El Evangelio nos presenta a estos buscadores del Niño Dios en contraste con el cruel Herodes, edomita judío, que mandó a asesinar a su esposa Marianne, la madre de ésta, Alejandra y dos hijos habidos con Marianne, entre otras muchas personas (miles), por sentir amenazado su trono. Esa crueldad fue burlada por el desvío de los magos orientales, según el texto evangélico. Los orientales al encuentro del niño judío que llegaría a ser Mesías carpintero. Evoco un texto de A. Pieris: El rostro asiático de Cristo, y unas páginas de R. Guardini, donde señala que está por hacerse el diálogo entre Jesús y Buda, así como se realizó entre Jesús y Sócrates. Un testigo en ese diálogo ha sido T. Merton, genial monje norteamericano, maestro de novicios del singular monje y poeta nicaragüense, E. Cardenal.
Las misas venideras serán todavía en la tarde (jueves, viernes y sábado), y el domingo en la hora acostumbrada (8:00 am), todas con aguinaldos en pemón, por iniciativa de gente del sector Tukuiwokudén.
miércoles, 6 de enero de 2010
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