Tener internet en casa facilita la agradable tarea de compartir vida y reflexión con quienes lean este marginal blog.
Ayer tuve las dos horas cotidianas del curso de historia de la orden capuchina en Venezuela. Luego fui al Banco a sacar las mosquitas (expresión del Pobrecillo para nombrar el dinero), necesarias para la vida en una sociedad de mercado. Decía Teresa la andariega, mística carmelita del siglo XVI: 'Teresa sola no vale nada... ¡Teresa, un maravedí y Dios todo lo pueden!'. Que una mística nombre a Dios es natural; pero Teresa, mística y realista añade el dinero (los reales).
En la tarde hice nueva caminata y visité a Oswaldo, director de la casa de la cultura, quien se duele de que, a pesar del cacareado Plan nacional de lectura, no haya recursos para tener abierta la Biblioteca todo el día. Lo más grave es la pasividad con que los usuarios toman la cosa... Claro, los niveles de nuestro sistema educativo son paupérrimos. Tal vez me van a citar por decir cosas 'contra la nación'...ja.
En la noche compartí mesa y charla con Berenice, jefa de educación en el municipio, pemona-arekuna, egresada de la Universidad de los Andes, exdirectora de Misión Robinson en Gran Sabana. Ha colgado algunas fotos en facebook, que hacen memoria de su tarea como educadora. Le leo dos trozos de la obra de Steiner recién disfrutada: 'Las lecciones de los maestros'.
viernes, 12 de marzo de 2010
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