El tema más polémico fue el último del día: el Hno. Ernesto, viceprovincial, presentó el nuevo itinerario formativo. Se notaba que había acuerdo en el diagnóstico (hay que reforzar la identidad carismática) y en crear el prenoviciado, entre el postulantado y el noviciado; hay en cambio incertidumbre y resistencias en cuanto a tres años de posnoviciado sin estudios académicos. Es evidente que 'fraternidad' y 'formación' son las cuestiones más sentidas por la asamblea. El Hno. Ernesto, después de intenso debate, concluyó señalando que lo escuchado será procesado en los Consejos de formación y superior; en el Consejo superior es donde se toman las decisiones, que deben ser asumidas en clave de fe.
El escriba de este blog evocaba: el proceso de formación de los apóstoles, que no pasaron por academia rabínica; la sospecha de Francisco ante las letras y la autorización a Antonio de Padua para que enseñe teología, con tal que no mate el carisma; las tensiones entre espirituales y letrados; la propuesta de Buenaventura, profesor universitario, de cuidar la iniciación en la fe antes de estudiar filosofía; la actual discusión que se da en todo el mundo sobre la revolución epistemológica y los cuestionamientos a las academias actuales (vg. columna 'A tres manos' de R. Lanz, en El Nacional); los aportes de E. Morin en la tarea anterior. Un tema para profundizar, para bien de Orden, Iglesia y sociedad.
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