Hoy, después de presidir la misa de 6:30 am, y beber un cafecito en la venta de empanadas de la esquina de la casa episcopal, seguí mi rutina de sentarme unas horas a escribir ; interrumpí para celebrar cuatro bautizos, incluyendo un retoño wayú; retomé la escritura hasta las 11:00 am, cuando fui a revisar el buzón-e, leer El correo del caroní, Panorama y El Nacional. No pude abrir las páginas de éste. Ya me ha ocurrido otras veces en este centro de comunicaciones, cercano a la plaza Bolívar.
En dicha plaza, ayer, tuvo lugar una sesión del Consejo legislativo del Estado Zulia. Comenzaron una hora más tarde de lo pautado. Asistí fundamentalmente por la condecoración que iban a dar a Fr. Víctor, veterano misionero capuchino, corto en estatura, largo en entrega generosa a los yukpas y los barí; buen conocedor de la problemática de la sierra de Perijá, incluyendo la presencia descarada de guerrilleros colombianos, narcoguardianes. Escuché algunas intervenciones y me marché a casa paterna, antes de la condecoración, acuciado por las ganas de poner algo en el estómago. Me despedí fugazmente de los compañeros del homenajeado, los frailes Alfonso y Luis Antonio, un andino y un maracucho. Luis A. pasó a segundo de teología, en Caracas. Alfonso está destinado al centro misional del Tukuko, donde vive Fr. Víctor establemente desde Semana Santa. Antes visitaba ese centro periódicamente, pero vivía en la zona barí (Bachichida, Saimadoyi, Bogsí).
Las intervenciones fueron variopintas. El abogado Alfonso Chacín expuso historia y enfoque jurídico. Por brevedad centró la cuestión de las tierras indígenas y los hatos perijaneros en el tiempo republicano. Un economista describió los efectos de paralizar la producción de carne y leche en esta región, de ser confiscadas las 600 unidades agropecuarias afectadas por las poligonales de la demarcación. Hablaba de pérdidas eventuales mil millonarias. Un líder campesino wayú, citando la Constitución y los convenios de la Organización internacional del trabajo 107 y 169, hizo un sabio llamado a despolitizar la cuestión y a buscar salidas justas y pacíficas. Armando Chacín, presidente de Ganaderos de Machiques, denunció enfáticamente, aunque con temor confesado, la conchupancia de algunos miembros de la Fuerza Armada Nacional y los guerrilleros colombianos. Un diputado expresó que debemos ver la coyuntura perijanera en el marco de la realidad nacional: un gobierno castrocomunista que pretende asesinar la democracia republicana, por eso ataca a los productores aquí y en todas partes, quiere cerrar los medios críticos, echa 'gas del bueno' a los universitarios, coquetea con los guerrilleros colombianos, regala petróleo a Cuba y no asfalta las carreteras venezolanas, pretende convertir la educación en instrumento de indoctrinación comunista, atropella a todo ciudadano que manifiesta disentir del proyecto de Chávez. Llamó al pueblo a salir a la calle, para frenar la locura roja. No quedan reseñadas todas las intervenciones. No me quedé para el debate.
sábado, 25 de julio de 2009
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