viernes, 17 de julio de 2009

Virgen del Carmen

Ayer fue el día de la Virgen del Carmen, patrona de Machiques de Perijá. Advocación mariana vinculada al monte Carmelo, sede original de unos eremitas que dieran lugar a la Orden Carmelita, mendicantes del siglo XIII; la familia carmelita es el hogar espiritual de la mística más famosa y simpática, la andariega Teresa de Ávila, maestra de oración que nos enseñara, por ejemplo, Dios anda entre los pucheros, es decir, entre las olletas, en las tareas de la cocina. Genial manera de expresar que la relación con Dios pasa por la cotidianidad; esta familia es también la de otra Teresa, la del Niño Jesús. Ambas son doctoras de la Iglesia. La enseñanza espiritual de la segunda es conocida como 'el caminito espiritual', que ella resumiera en las siguientes imágenes: 'quiero ser un viejo balón de fútbol, para que juegue el niño Jesús'; 'no tengo fuerzas para ascender hasta Dios, pero él me lleva en sus brazos como un elevador'. Con un elevador subieron la imagen de N. S. del Carmen en la vigilia, terminando el día de S. Buenaventura e iniciando el de la Virgen, porque litúrgicamente, herencia de los judíos, el día empieza en la tarde de la víspera. Por ser día grande en este pueblo de la costa occidental del Lago de Maracaibo, no abrieron el infocentro ni el centro de comunicaciones, por eso no pude escribir la entrada correspondiente.
Celebré ayer la primera misa, en Catedral, a las 6:30 am; esta misa la ha presidido en los últimos años el Pbro. Carlos Sánchez, cuyos padres fueran columnas del movimiento de cursillistas cristianos en esta iglesia y, por lo mismo, fieles colaboradores en pastoral. Carlos está visitando la familia paterna, en España. En los minutos previos a la misa, en la sacristía, evocaba tantos momentos aquí vividos, tantos frailes conocidos y valorados. Mons. Miguel Aurrecoechea, segundo vicario apostólico, después de Mons. Turrado, el fundador; Mons. Miguel fue un santo varón, más monje que fraile, más fraile que Obispo; fue el confesor de otro santo, Fr. Honorato, fraile lego, criador de ovejas en Guana y de gallinas en Machiques, campesino a tiempo completo, modelo de seguimiento de Jesús al estilo de Francisco de Asís y de Félix de Cantalicio, con geniales toques de humor como el nombrado Félix y Crispín de Viterbo; uno de los médicos que atendiera a Monseñor Aurrecoechea y Honorato, musulmán, preguntó al Obispo por el 'nebi', es decir el profeta o santo, que tal vez ya había muerto, por cierto, pidiendo que cantaran 'la muerte no es el final del camino'. Fr. Romualdo, famoso misionero, quien sucediera a Mons. Aurrecoechea como vicario apostólico; Fr. Romualdo fue uno de los cuatro frailes que hicieran posible la pacificación de los barí, lo que significó el cese de campañas de exterminio contra esos aguerridos indígenas, que defendían a sangre y flecha sus territorios.