lunes, 10 de mayo de 2010

Aparecida y amigos, en Wairén

Amanezco en la capital municipal. El maestro de novicios se fue a Ciudad Bolívar y su vice a Caracas. Vine a esta miniciudad a acompañar a los novicios y a compartir con ellos una reflexión sobre los pueblos indígenas en el documento de Aparecida, documento que recoge el evento del mismo santuario mariano brasileño, es decir la V Conferencia general del episcopado latinoamericano, en línea con el magisterio posconciliar de pastores de la talla de Mons. Proaño, Hélder Cámara y Mons. Romero, Padres de estas iglesias locales a quienes, entre otros, dedica la revista Concilium un número reciente. Magisterio cuyo núcleo es la opción por los pobres, que viene desde la opción de Yavé por su pueblo esclavizado en el imperio Egipcio y el proyecto de vida de Jesús de Nazaret, en cuyas manos el Padre ha colocado todas las cosas: 'He venido para llevar la Buena Noticia a los pobres'.

Anoche, antes de llegar a casa, cené y dialogué con Carlos León Lárraga, ingeniero eléctrico (UNEXPO) y Marisabel, directora del Fe y alegría local, buenos amigos. Carlos es una buena fuente de información sobre la realidad de la región Guayana, especialmente desde ángulo sociopolítico y en lo que respecta a su profesión. Señala que Guri está sobre-explotada y que, sin querer ser ave de mal agüero, aún con lluvias estamos cerca del colapso eléctrico por falta de inversión, planificada hace 20 años, especialmente para el alto Caroní. Expresa que regresar a la electricidad generada por plantas es retroceder más de cuarenta años. Estamos mal y vamos mal, parafraseando a Teodoro, el crítico de Chacumbele o Esteban.