lunes, 21 de junio de 2010

Cotidianidad en Kavanayén

Estoy en el infocentro, conectado, según dicen, al satélite Simón Bolívar. La señal está muy lenta, pero funciona.

Recién salí de clase de franciscanismo con los postulantes. Uno de ellos, Simón, pemón de S. Ignacio de Yuruaní, se fue a casa porque su madre le ha avisado ayer que su papá se encuentra muy mal. Hoy hemos estudiado el capítulo de la obra de Englebert referido a los estudios en la Orden. Los postulantes hacen eco a lo leído. Yo leo y comento unos trozos del medievalista Le Goff, de su texto dedicado a Francisco de Asís: los estudios, la predicación, la lengua popular.

En Correo del Caroní leo una noticia de luto para las letras mexicanas. Ha muerto Monsivais. Tengo en cola, para leer, una novela de su colega Poniatowska.

Otra vez, olvidé los apuntes de los haikus del fraile amigo.