martes, 27 de julio de 2010

Haiku catorce

Salmo 14: Mi Dios, Yahvé,/ apuesta por el justo,/ es su refugio.

Definición clásica de justicia: dar a cada uno lo que le corresponde. El justo por excelencia es el Hijo del Hombre, Jesús de Nazaret, el eje de la Historia. El mismo Jesús ha señalado la bienaventuranza de quienes tienen hambre y sed de justicia. Así el Mesías carpintero se ha colocado en sintonía con los profetas de Israel, que combatieron con su palabra de fuego la idolatría y el uso del poder para machacar a los pequeños.

Klaus Berger, en su obra 'Jesús' expresa que la fe en el Dios único es una instancia que constantemente desenmascara al poder, que tiende a ser idolátrico. No voy a hacer referencias a la realidad nacional, por propósito tantas veces nombrado y con frecuencia incumplido. Vaya mi pobre oración y la de mi pobre grey por el Cardenal Urosa, que hoy visita la Asamblea Nacional, en medio de un clima de enfrentamiento del Chapulín con la institución eclesial y con el gobierno colombiano.