domingo, 28 de febrero de 2010

galenos, amigos y lecturas

El viernes estuve en la clínica Santiago de León: exámenes del chequeo anual. El lunes debo ir con los resultados al médico: galeno amigo, Francisco Tortoledo. Claudia, amiga estudiosa, licenciada en historia, filosofía y teología, madre de dos adolescentes, discípula de P. Trigo, sj, comparte el almuerzo con los frailes, en este vetusto convento de La Merced. Luego la acompaño a tomar la camionetica para ir de la Hoyada a la parroquia universitaria, donde participará en el círculo bíblico del nombrado teólogo ignaciano. Paso a la clínica a recoger los resultados de los exámenes. Más tarde voy a La Florida, al convento de La Chiquinquirá, para saludar a los hermanos, especialmente a Ricardo y Kiko (ecónomo y viceprovincial de los capuchinos en esta dolida patria). El Hno. Ernesto (Kiko) me invita a beber un te de Jamaica en 'St. Tropez', un café vecino. Tiempo para dialogar en formato libre (de lo humano y lo divino). Pensaba ir a La Merced caminando, pero no llegaría a tiempo para celebrar la misa de 6:00 pm.

Sábado: otro día conventual. No tenemos conexión a internet. Sigo disfrutando de la hemeroteca de esta casa. Leo el último número de la revista SIC: análisis de coyuntura de la realidad venezolana. Me detengo especialmente en la síntesis del informe anual sobre derechos humanos (PROVEA) que hace tradicionalmente J. P. Wyssenbach, biblista jesuita y en el análisis político de José Virtuoso, historiador ignaciano. Los hermanos Fidencio y Jesús, de la provincia capuchina de Castilla, provincial y secretario respectivamente, almuerzan en esta casa 'mercedaria'. Visita canónica. Después de almuerzo acompaño a Fr. Ramón a visitar a Nina, madre de las Rivas, amigas maracuchas que viven y laboran, desde hace años, en esta ciudad de 'hechos rojos'. Nina está hospitalizada en Clínicas Caracas. En la tarde, después de la consabida siesta, tiempo para husmear en la biblioteca y comenzar a leer 'La Casa Verde' de Mario Vargas Llosa, que en estos días ha tenido entrevistas en El Nacional y El Universal, llamando a disfrutar la literatura y a combatir en defensa de la democracia.

jueves, 25 de febrero de 2010

un montuno en La Merced, Caracas

Otro día conventual. Aprovecho el tiempo libre para leer y orar. Muy buena la revista Concilium dedicada a los Padres de la Iglesia en América Latina: hoy leí los artículos dedicados a A. Lorscheider (Brasil) y Mons. Romero (El Salvador). Así mismo, una valoración del testimonio de esos Padres desde una cátedra de teología europea y un enfoque de género, la 'matrística' latinoamericana. Sabrosas también las páginas dedicadas a la tercera encíclica de Benedicto XVI y a los diarios de Juan XXIII (¡más de seis mil páginas!). En la revista 'Páginas', de Perú, una carta de J. Sobrino a Ellacuría, sobre la relación del mártir jesuita con Mons. Romero, también mártir y un informe del III encuentro regional de pastoral amazónica, organizado por el CELAM.

Ecos: Vaticano II, magisterio latinoamericano (en textos y testigos, incluyendo las comunidades eclesiales de base), la profecía de Medellín, el itinerario hasta Aparecida, la centralidad del seguimiento de Jesús de Nazaret; la importancia del lugar epistemológico y teologal de los empobrecidos, los pueblos indígenas, las mujeres, la madre tierra... El desafío de evangelizar en una América Latina que sigue siendo empobrecida y creyente.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Ciudad Bolívar y Caracas

Salí a las 9:30 pm de C. Bolívar y arribé con el amanecer a la Odalisca del Ávila, a pesar del trasbordo en El Tigre, por falla mecánica de la unidad de Aeroexpresos ejecutivos en que viajaba. Es bueno reconocer las mejoras del nuevo terminal en dicha población del estado Anzoátegui. A esa hora pasaban el indigerible programa 'La Hojilla'. Si yo fuera chavista, ese programa sería una causa para dejar de serlo.

Ya en casa, desayuno y amplio diálogo con los hermanos Jorge y Ramón. Llegó Bazarra en viaje directo desde Santa Elena de Wairén. Aseo y lectura. Disfruto de un número de Concilium dedicado a los Padres de la Iglesia en América Latina. Leo un artículo de Comblin que plantea la cuestión: los obispos proféticos del tiempo conciliar y posconciliar son 'fundadores' de unas iglesias locales con rostro, palabra, gestos y acciones propios. Disfruto luego de un artículo que fija la atención en el magisterio episcopal y eclesial latinoamericano. Saboreo las figuras de Helder (Brasil), Proaño (Ecuador) y Méndez Arceo (México)... Un dato débil en el artículo de Comblin: afirma que los religiosos dejaron la evangelización en manos de los obispos y los curas diocesanos después del siglo XVI. Eso es falso, al menos en cuanto a Venezuela. No obstante, su artículo es sugerente: Mirar a estas personalidades episcopales como a 'padres de nuestra iglesia', con mucho que decir a la iglesia entera, pero especialmente a sus colegas actuales latinoamericanos.

martes, 23 de febrero de 2010

de la Gran Sabana a la odalisca del Orinoco

El lunes fue día hogareño, para prepararme para el viaje a Caracas. Amarrar cabos y hacer maleta. Amenazaba lluvia (buena noticia para la Gran Sabana y para Guri, es decir para toda Venezuela); decidí hacer la caminata bajo techo, en el pasillo trasero de este centro misional. Después de vísperas me despedí de los hermanos Raúl y José-manuel.

El martes salí de casa a las 5:00 am; busqué a Railly, chofer de confianza, adventista, ejemplar hombre de familia; a las 7:30 am me dejó en la parada de carritos por puesto de Las Claritas. Lugar desangelado. Comí una arepa en sitio recomendado por el chofer, llamado 'El Brasileiro' por sus colegas. Caminé en un pasillo techado y fresco mientras se completaba el número de viajeros. Salimos a las 9:00 am y arribamos a la capital estadal a las 2:00 pm. Compré el boleto para seguir ruta a Caracas esta noche. Taxi hasta la casa capuchina bolivarense, en la parroquia Corazón de Jesús. Saludé a los hermanos. Ya están en esta casa los posnovicios Yorneis y Giuseppe.

Aprovecho los recursos caseros para revisar mi buzón-e y leer 'Correo del Caroní'. Actualizo este blog.

He rumiado todo el viaje el evangelio cotidiano: la oración que nos dejara el Mesías carpintero, centrada en el Abba y su Reino.

lunes, 22 de febrero de 2010

Entre Kamoirán y Kavanayén

El sábado viajé de la capital municipal, renunciando a la merco-rumba fronteriza, a Rápidos Kamoirán, donde disfruté de comida y hospedaje gracias a la generosidad de Emilia Castro, admirable exeducadora y empresaria arekuna. Ella no se encuentra. Llegará esta noche. Devoro páginas de M. Delibes, 'El hereje'. A medida que avanzo me doy cuenta de que ya había leído esta obra, ambientada en el siglo XVI español. Siglo de Teresa la andariega y mística, y del nacimiento de los jesuitas y los capuchinos, aquellos en España, estos en Italia; ambas instituciones fueron brazos de la respuesta católica a la reforma protestante.

Domingo: desayuné acompañado por Emilia, la dueña, y Melba, una amiga, exactriz de RCTV que, enamorada de la Gran Sabana, salió de la Gran Caracas para venir a Santa Elena de Wairén. Durante dos semanas trabajará en este rincón arekuna, supliendo a Argenis, hombre de confianza de Emilia. Luego fui a celebrar la eucaristía, con imposición de ceniza incluida, en S. Rafael de Kamoirán. Alexander y Orlando, postulantes, se encuentran bien. Me detuve en casa de Helenita a saludarla (en Karavaré, un caserío antes de S. Luis de Avarkay). Helenita está bien. Su esposo está cerca, en casa de su padre Evaristo. Helenita me comenta que los hijos del maestro Mario han ido todos a C. Bolívar, porque el docente enfermo se ha agravado. Llegué a tiempo a Kavanayén para compartir el almuerzo con los frailes, Raúl y José-manuel. Saludé luego a la Hna. Zaida y las niñas de la Casa hogar.

Después de siesta fui a hacer la caminata acostumbrada. Llevaba cuatro días sin realizarla. Cuando viajo se rompe la cotidianidad. Discurrir con los pies y con el corazón es hermosa tarea.

sábado, 20 de febrero de 2010

día sábado en la ciudad del Wairén

Sábado: día mariano según la tradición católica; día de Saturno, según los grecolatinos; día de descanso según los judíos (y los adventistas); día de paseo para Richard y los cuatro novicios capuchinos en esta patria dolida (Víctor, Carlos, Karol y William).

Hoy he finalizado el comentario a los evangelios dominicales cuaresmales y lo he colgado en este blog. Ahora, mientras Bazarra ve un fragmento de alguna película 'joligudense', escribo estas líneas recordando a la maestra Yoani, genial bloguera cubana que quiere ir a Valparaíso, a un encuentro sobre la lengua española, según Merton, el genial trapense norteamericano, el idioma para hablar con Dios; supongo que lo dijo por los místicos Juan y Teresa, ésta más grande que aquel.

He tropezado en la biblioteca del noviciado con una novela de Miguel Delibes, 'El hereje', ambientada en el siglo XVI español. Las primeras páginas tienen las conocidas marcas de los lápices rojiazules con los cuales lee Bazarra. La leeré.

He contactado a Lisa, hija de un pastor adventista jubilado. Ella es excapitana (exjefa) de su comunidad, Maurak. Fue también parte del equipo de la Dra. Noly Fernández, wayú, directora nacional de salud para pueblos indígenas. Ahora mismo Lisa estaba ocupada en la misión energética, facilitando bombillos ahorradores. Trataré de hablar con ella antes de regresar a región arekuna. Tal vez logre también dialogar con Juvencio Gómez, actual capitán de Kumarakapay, exdiputado en el Consejo legislativo del Edo. Bolívar. Ambos son líderes pemones lúcidos y críticos.

CUARESMA 2010

INTRODUCCIÓN
Tiempo de preparación para la Semana Santa. Tiempo de conversión. Jesús, en el evangelio del Miércoles de Ceniza, nos ha propuesto tres tareas de la piedad judía que los cristianos hemos heredado: Ayuno, oración y limosna, es decir, práctica de la misericordia.
El ayuno es la expresión del control sobre nosotros mismos: cada uno se niega un poco de alimento o de alguna actividad que le gusta hacer, para mostrar dominio sobre sí mismo. El ayuno, si lleva consigo el compartir parte del alimento, se une a la práctica de la Misericordia.
En este tiempo pedimos perdón a Dios y esperamos su Misericordia. Pues Dios espera que nosotros seamos capaces de perdonarnos a nosotros mismos y a los demás. Este es tiempo propicio para la Confesión y para la reconciliación con nuestros hermanos, especialmente con los seres más queridos.
Jesús de Nazaret nos ha dicho que él es la Vid (planta de la uva) y nosotros los sarmientos (ramitas): la oración nos ayuda a estar unidos a él para poder dar buenos frutos. Si no estamos unidos a él nada podemos hacer. Jesús nos invita a estar, como María de Betania, a sus pies, eligiendo la mejor parte, es decir su Palabra y su Amor.
A continuación aparecen unos breves comentarios a los textos evangélicos de los domingos de Cuaresma.

DOMINGO I (Lc 4, 1-13)
El Espíritu que aleteaba sobre las aguas (Gn) y cubrió a María de Nazaret para ser Madre de Jesús y madre nuestra, empuja a Jesús al desierto. El desierto es lugar duro, sin agua. El desierto fue el lugar que el pueblo de Israel debió atravesar para ir, de la esclavitud en Egipto, a la libertad en la tierra prometida. El desierto es lugar de pruebas. Hasta el Hijo predilecto es sometido a las pruebas, a las tentaciones.
La primera tentación es la del pan. Jesús ha estado ayunando durante cuarenta días y siente hambre, entonces el demonio le dice: ‘Si eres el Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan’. La tentación no es simple hambre, es hacer uso de su poder obedeciendo al demonio. Jesús desbarata la tentación usando la Escritura: ‘No solo de pan vive el hombre’ (Dt 8, 3). Jesús se ha presentado como el Pan de vida (Jn 6, 34). Él multiplica el pan por compasión para los sufrientes, apareciendo como modelo de Misericordia, y convierte el agua en vino y el pan en su Cuerpo, por petición de María y por iniciativa suya, pero no por sugerencia del demonio. Él dice que su alimento es hacer la voluntad del Padre Bueno (Jn 4, 34). Así nos llama a vivir de hacer la voluntad del Padre, de abrir nuestro corazón al Espíritu que viene en ayuda de nuestra fragilidad (Rm 8, 26) y de Él que es el Pan de vida (Jn 6, 54).
La segunda tentación es la del poder político: Jesús, frente a la propuesta del demonio, ‘te daré todos los reinos de este mundo, si me adoras’, le responde nuevamente con la Escritura: ‘Sólo a Dios adorarás’ (Dt 6, 13). Podemos pensar que nosotros no tenemos aspiraciones a cargos políticos, pero los seres humanos constantemente tenemos conflictos por la voluntad de poder, es decir, por aquello de quién es más o quién manda. Hasta los apóstoles han discutido por los primeros puestos. El Maestro en cambio nos llama a aprender de él, que ha venido no para ser servido sino para servir. Si Él, siendo el Señor, se pone a lavar los pies de los discípulos, con cuanta mayor razón nosotros, pobres siervos, debemos lavarnos los pies unos a otros. Vencemos esta tentación de poder al ponernos al servicio de los demás, especialmente de aquellos que aparecen a los ojos del mundo como más pobres, débiles e insignificantes (Mt 25, 31-46).
La tercera tentación es la del Templo. Esta vez el Tentador usa la Escritura para hacer su trampa. Pero Jesús de Nazaret, astuto como serpiente (Mt 10, 16), vence a la Serpiente (Gn 3, 1). ‘Está escrito: los ángeles del Señor tienen orden de cuidarte… (Salmo 91, 11-12), lánzate para que ellos te recojan’. ‘También está escrito: No tentarás al señor tu Dios’ (Dt 6, 16). La misma Escritura puede ser usada para tentar y para vencer la tentación. Por eso los cristianos debemos leer la Biblia toda con los ojos puestos en Jesús (Hb 12, 2), pues en caso contrario, como los fariseos y escribas, escudriñaremos la Palabra sin comprender nada (Jn 5, 39), pues es Jesús quien tiene vida plena para darnos (Jn 10, 10). El Templo y la práctica religiosa pueden ser lugares de tentación. No todo lo religioso es bueno. Debemos recordar que el Evangelio está atravesado por un conflicto entre gente muy religiosa (fariseos, expertos en la Ley [cinco primeros libros bíblicos] y sacerdotes) y el profeta de Nazaret, que les echa en cara su hipocresía y los llama a creer en Él y a centrar su vida en la práctica de la justicia y la misericordia.

DOMINGO II (Lc 9, 28-36)
Jesús se hace acompañar por tres apóstoles; son sus preferidos: El discípulo amado (Juan), el que va a ser nombrado jefe de los apóstoles, Pedro, y Santiago, hermano del primero. Jesús ora y los discípulos duermen, como sucederá también al final, en el Huerto de los Olivos. Jesús nos enseña con su ejemplo lo que nos pide con su palabra: El Miércoles de Ceniza nos invitó a poner en práctica la oración, especialmente a solas, en lo secreto.
Jesús, que nos ha dicho ‘Yo soy la luz’, se transfigura: aparece la luz a través de su carne y sus vestiduras. Moisés, el liberador, y Elías, el profeta de fuego, dialogan con él. La Antigua alianza y la Nueva, que da origen a la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, se encuentran y conversan. Jesús es más que Moisés y más que Elías, es el Hijo de Dios. La Nueva alianza incluye la Antigua y la supera. Por eso ya no guardamos los más de seiscientos mandamientos que llegaron a contar los maestros de la Ley en el Antiguo Testamento. Por eso ya no hacemos sacrificios de animales. Jesús y sus dos celestiales compañeros hablan sobre la muerte que espera a Jesús en Jerusalén: las autoridades del pueblo de la antigua alianza terminarán por matar al Hijo. El apóstol Pablo, en su carta a los Romanos (Rm 11, 11ss), expresa su dolor por este hecho, y nos dice que aquí se encuentra la voluntad misteriosa del Padre, que ha permitido tal cosa para que la salvación sea ofrecida a los gentiles (no judíos); luego ha de hacerse la oferta nuevamente a los judíos; cuando estos acepten a Jesús como salvador, entonces será el final de la historia, cuando Dios sea todo en todos (1 Cor 15, 28).
Pedro y sus compañeros ven la gloria de Jesús, Moisés y Elías; Pedro, impulsivo siempre, propone hacer tres tiendas para quedarse allí. Entonces una voz y una nube dieron testimonio de Jesús: ‘Este es mi hijo amado, escúchenlo’. Nos habla el Padre presentando al Hijo por excelencia, que existía desde el principio y se hizo carne para guiarnos a la casa del Padre (Jn 1, 1-18). Escuchemos a Jesús, como María de Betania, la hermana de Marta, colocándonos a sus pies, abriéndole nuestro corazón. Así estaremos eligiendo la mejor parte, que nadie puede quitarnos.

DOMINGO III (Lc 13, 1-9)
Unos hombres llevan a Jesús una mala noticia: Pilatos, el gobernador romano, que va a derramar su sangre galilea, ha derramado la de unos paisanos mientras estos cumplían deberes religiosos. El Imperio romano, como todos los grandes de este mundo, machaca a los pequeños y, encima, pretende ser considerado bienhechor. Antes fueron egipcios, babilonios y griegos… El pueblo de Israel sabe de dolor por el dominio de los extranjeros. En ese clima surgieron muchos rebeldes. Los sicarios eran el brazo armado de la rebelión judía.
A partir de esa noticia Jesús hace una reflexión que no guarda relación con la política. Jesús cuestiona la religión de compra-venta: ‘Yo hago la voluntad de Dios si Él me cuida y premia. Si alguien sufre es por castigo de Dios, porque ha pecado’. Jesús niega tal cosa. El mal es un misterio. Está expresado en el libro de Job: ante el sufrimiento Job se queja amargamente, pelea con Dios, rechaza los falsos consuelos de sus amigos, que piensan según lo que Jesús niega. ‘Yo no estoy sufriendo por haber pecado…’, dice Job. El dolor es un misterio. ¿Por qué han muerto tantas personas en el terremoto de Haití? No lo sabemos. El libro de Job nos enseña a abandonarnos humildemente en manos del Padre Bueno. Jesús, el inocente por excelencia, también ha sufrido y, desde la cruz, exclama, Padre, en tus manos entrego mi espíritu.
Jesús nos llama a conversión a partir de dos noticias (un asesinato y un accidente) y a partir de la parábola de la higuera, donde el viñador pide paciencia al dueño del campo. Moisés se ha puesto en la brecha para interceder por su pueblo (Ex 32, 31s). Jesús intercede por nosotros. El tiempo que cada día se nos da, dice el apóstol Pedro, es una oportunidad para convertirnos. Dios espera que demos buenos frutos, especialmente de verdad y amor, de honestidad y reconciliación, de trabajo y solidaridad…

DOMINGO IV (Lc 15, 1-3.11-32)
Esta es tal vez la parábola más hermosa que nos ha dejado el Maestro de Nazaret, reconocido como sin par en su ética y en el arte de esas narraciones sencillas y abismales, por un autor judío, J. Klausner.
El hijo menor pide su herencia, se va a un país lejano y malgasta su dinero. Comienza a pasar hambre y decide regresar a casa para ser un asalariado, porque ya no merece ser hijo de su padre. El padre lo ve de lejos, siente compasión, corre a abrazarlo, lo besa, manda a preparar vestido, calzado, anillo y banquete, con orquesta incluida. El hijo mayor llega y se molesta porque el padre ha hecho una fiesta para ese derrochador y amigo de prostitutas. Es interesante el detalle siguiente: el hermano mayor llama al menor ‘ese hijo tuyo’ y el padre le responde nombrándole ‘tu hermano’.
Es bueno recordar los primeros versículos del capítulo quince: los publicanos y pecadores compartían la mesa con Jesús de Nazaret, y los fariseos y escribas (expertos en la Ley) se molestan con él y con sus discípulos. Es fácil reconocer a los publicanos y pecadores, que comparten mesa con el profeta que gusta de banquetes, en el hijo pródigo, y a los duros y legalistas fariseos y escribas en el hijo mayor, que se niega a celebrar el regreso del hermano que estaba perdido y a ha sido recuperado.
En el Padre nuestro rezamos ‘perdónanos, así como nosotros perdonamos’. El Abba está siempre dispuesto a perdonarnos, pero al mismo tiempo nos pide que tengamos un corazón compasivo, misericordioso, pronto a la reconciliación. Tarea que atraviesa todas nuestras relaciones: con nosotros mismos, con la familia, en el ambiente de estudio y trabajo, en la vecindad, en la Iglesia, en la sociedad entera, con la madre tierra.

DOMINGO V (Jn 11, 1-45)
Jesús recibe noticia de la enfermedad de su amigo Lázaro. Decide ir a Betania, a casa de su amigo y de sus amigas Marta y María. Los discípulos objetan que los judíos pretenden matarlo. Jesús no se deja asustar por esas amenazas de muerte. El siempre ‘camina de día y no tropieza’, porque es la Luz; son quienes lo rechazan los que caminan en tinieblas y tropiezan. Tomás acepta el desafío: ‘vayamos a morir con él’. Parece un reclamo a la ‘testarudez’ de Jesús.
Marta, la hermana hacendosa, al parecer la jefa de casa, sale al encuentro de Jesús y le dice que ya Lázaro ha muerto. Esta escena es la confesión de Marta: esta mujer hace profesión de fe. Cree que Jesús es señor de vida y muerte. ‘Yo soy la resurrección’, afirma rotundamente Jesús, y ella lo acepta. Esta confesión aparece como paralela a la confesión de Simón Pedro. El apóstol Pablo lo comprendió y lo expresó en su carta a los Gálatas (3, 28): no haya diferencia entre varón y mujer, pues ustedes son uno en Cristo Jesús. María, la que ungió al Maestro con perfume (Jn 11, 2), sale de casa y se echa junto a los pies que ella bien conoce, porque los secó con su cabellera; al verla llorar Jesús se conmueve, se turba y llora él mismo. Luego muestra la gloria del Padre (que es también suya) llamando a Lázaro nuevamente a la vida. No se trata de la resurrección final, del paso al Reino. Es sólo una señal de aquella; es el regreso a esta vida, llena de vicisitudes. Muchos de los judíos que allí estaban creyeron en él. Aquí termina el texto leído en la misa, pero en los siguientes versículos hay un detalle que podemos añadir. Los sacerdotes y los fariseos deciden, por las señales que Jesús hace, darle muerte. Ya lo había dicho el anciano Simeón: ‘este es señal de contradicción’ (Lc 2, 34). Ante sus palabras y hechos, unos se levantan y otros caen.

viernes, 19 de febrero de 2010

ayuno electrónico y viaje

Algún ocioso lector de este marginal blog me pregunta por qué he dejado de escribir durante varios días. Fácil: días carnavalescos. Desde el viernes previo no trabaja el infocentro. Y el día jueves, después de ceniza, salí de Kavanayén para dejar dos postulantes en S. Rafael de Kamoirán. Allí tomé parte en una reunión de capitanes (jefes) de comunidades pemones del sector V del organigrama de la federación indígena del Estado Bolívar. El jefe del sector (más de veinte comunidades), profesor universitario, Florencio, lamenta que haya sólo unos pocos jefes de comunidades. Así mismo le entramos al tema. Se trata de dialogar acerca de las características del título de propiedad que se exige al Estado sobre las tierras y el hábitat de los pemones. El día 22 de los corrientes deben viajar a Ciudad Bolívar, para llegar a consenso con los otros sectores de dicha federación. Han logrado reactivar la comisión regional de demarcación y retoman una brega de siglos (lucha por su 'territorio'). Las comillas son porque a los militares y a otros les da dentera hablar de territorios indígenas, pero en cambio se habla de territorios comunales. Las comunidades indígenas existen antes del Estado venezolano, colonial o republicano. Cuánto durarán los Consejos comunales. Serán eternos como afirmó el Tiranosaurius rex sobre la revolución cubana (ja...).

Terminada la reunión, mesa común. Seguí ruta hasta Kamakén, donde decidí pernoctar. Aquí quedarán otros tres postulantes capuchinos: jóvenes que inician su formación en la Orden que desde 1650 comparte vida con los pueblos indígenas de esta 'Venecia tercermundista' (no he visto el filme de Ruddy Rodríguez). Dormimos en el preescolar. A las 6:00 am, misa. Luego, cafecito y camino a la capital municipal. Una hora en el banco para sacar realitos. La espera se hizo corta porque el vecino, un obrero de construcción, cuyo hijo estudia economía en la UCV, en Caracas, planteó interesante conversa. Decido pasar la tarde en Santa Elena. Dormiré, si la 'merco-rumba' nos deja, en el noviciado.

jueves, 11 de febrero de 2010

Benedicto XVI y von Balthasar en la Gran Sabana

Ayer fuimos de retiro a Minsha o Porme-wamü. Una charla basada en los primeros números de la encíclica Spe salvi, de Benedicto XVI, y tiempo para rumiar, en silencio, la existencia y la Palabra que la sostiene e interpela. Cuando se tiene Dios y esperanza, las pruebas son soportables, dice el papa. Ciorán, que se describe a sí mismo como un escéptico, es decir un místico fracasado, escribió: ando buscando una razón para pasar para mañana. Se debatía entre la necesidad de la fe (añoranza del Paraíso) y la banalidad de la existencia. Otrosí de Ciorán: sólo debemos envidiar a los que saben rezar (y creer) porque tienen un gancho trascendente. Así mismo, cioranesco: me da asco el optimismo antropológico de los marxistas, que pretenden hacer una nueva sociedad a partir sólo del ser humano... los cristianos por lo menos creen que Dios los ayuda.

Estoy disfrutando de 'El todo en el fragmento', de H. U. von Balthasar: el tiempo, el hombre, las religiones místicas (del Uno) y míticas (de los héroes trágicos), la síntesis cristiana (el 'trágico' que nos lleva al Uno)... antropología, filosofía y teología de la Historia. La Biblia y los Padres son hilados con datos de literatura y filosofía contemporáneas, con agudeza, finura y carga existencial.

martes, 9 de febrero de 2010

cuatro día gransabaneros

Hacía cuatro días que estaba ausente de este espacio-e. El 05 en la tarde, viernes, día de Venus o Afrodita para los helenistas, viajamos de la capital arekuna, Kavanayén, a la capital municipal, Santa Elena de Wairén (la madre del emperador Constantino en la Gran Sabana).

El sábado, día de Saturno, realizamos el encuentro de las fraternidades capuchinas gransabaneras, con el Hno. Provincial, Fidencio y su secretario, el Hno. Jesús. El Hno. secretario de la Provincia de Castilla nos expuso el itinerario recorrido y por hacer para la creación de la nueva circunscripción: cuatro Provincias españolas se unen para formar la Provincia de España. Los catalanes, siempre tan comprensivos, se han mantenido aparte y han pedido unirse con Cerdeña (yo creía que era con Japón). Antes de esta conferencia habíamos celebrado la mesa del Mesías carpintero. Luego celebramos la fraternidad en la mesa cotidiana, con chivo en coco. Fr. Raúl y Fr. José Manuel, con los postulantes, se fueron al hogar del Kavanarú. Yo me quedé en Rápidos Kamoirán, para presidir la misa al día siguiente en S. Rafael.

Eucaristía dominical (día del Señor Jesús) en S. Rafael de Kamoirán. El capitán Obdulio, con apoyo de su hermana Blanca, docente, hace de traductor. Comento con calma el evangelio del día: una llamada a superar nuestros fracasos, confiando en la Palabra de Jesús y en la ayuda de 'los de la otra barca' (los hermanos que pueden echarnos una mano).

La barca de Pedro y la barca de Juan: el jefe es Pedro, pero Juan tiene su propia barca. Recuerdo que el primer comentario al evangelio de Juan que se conoce es de un gnóstico. Hay una enriquecedora tensión entre la comunidad juánica y la Gran iglesia, de la cual aquella forma parte; Gran iglesia fundada sobre Simón Piedra. Esto no lo dije en la homilía, para tranquilidad del Obispo.

El domingo en la tarde, después de la caminata, pasé a saludar a L. quien nuevamente está sumida en la tristeza, por la pérdida de su primera criatura. Sus ojos y su cabello reflejan su depresión. Dialogo un poco con su madre y sus tías. Dos de ellas tuvieron pérdidas y la animan a asumir el dolor, con paciencia y a continuar la aventura de la existencia.

El lunes (día de la Luna) tuve clases de franciscanismo con los postulantes. Comentarios a la obra de Englebert. Capítulo dedicado a la Porciúncula y los primeros hermanos, descritos en Espejo de perfección 85. Subrayo la cortesía y la distinción como propuesta de vida de Francisco de Asís.

viernes, 5 de febrero de 2010

noticias, Lilibeth, Emasensen, Orígenes en Kavanayén

En el almuerzo retomo la costumbre de compartir las noticias destacadas en El Nacional y el Correo del Caroní, versiones-e. La 'salomónica' solución de traer un comandante cubano para dar respuestas al problema eléctrico en Venezuela, es digna de la Antología del disparate, que solían publicar los profesores de educación media en España.

El Hno. Raúl regresó de hacer compras y diligencias en la capital municipal. Notifica que el transporte de Vista-alegre, con el cual contábamos para llevar a tres postulantes a dicha comunidad para su experiencia de Cuaresma, está averiado. Habrá que tomar las previsiones del caso.

En la tarde, durante la caminata rutinaria, paso a visitar a Lilibeth, quien dialogaba, sonriente, con Pablito. Me alegro. Al regresar de caminar conversé un poco con Salvador, el presidente de la cooperativa de turismo Emasensén, quien me dice que sigue pendiente una eventual visita al lugar de impacto de la aeronave donde fallecieran unos turistas de Carabobo. Los voluntarios esperan apoyo aéreo para ir a Kamarata.

Estoy disfrutando de 'Orígenes' de H. Crouzel: el ambiente, el hombre, su obra. Un alejandrino de los siglos II y III de la era cristiana que a los 17 años ya era el encargado de la escuela de catequesis de su famosa ciudad egipcia, por orden de su obispo Demetrio, quien más tarde lo acosara por haber sido ordenado presbítero en Palestina, sin su consentimiento. Hombre de amplia cultura y prolífica mente, con un equipo de taquígrafos y calígrafos a su disposición, pagados por un millonario ganado a la vieja gnosis, de nombre Ambrosio. Vivió una segunda etapa de su existencia en Cesarea de Palestina. Famoso articulador de la exégesis literal/histórica con la alegórica/espiritual. Místico, pastor, docente y teólogo. Discípulo de Clemente Alejandrino; condiscípulo de Plotino; maestro de Gregorio el Taumaturgo (evangelizador de Capadocia). El equivalente griego del posterior y latino Agustín de Hipona, también africano.

jueves, 4 de febrero de 2010

visitas, diligencias y clases en la Gran Sabana

L. sigue en sus vaivenes emocionales. Cuando se recupera abre su ventana a la hermana luz. Cuando se deprime está encerrada a cal y canto, sin un rayo de luminosidad en su habitación. Paso casi cada tarde a visitarla. Un día coincidí con Pablito, uno de los acólitos, estudiante de bachillerato y amigo de la convaleciente.

Los hermanos Fidencio, Provincial de los capuchinos en Castilla; Jesús, su secretario; y Ernesto, nuestro viceprovincial en Venezuela, pasaron por esta comunidad. Entrevistas personales con todos, incluyendo a los seis postulantes; revisión de los libros de economía y misas; plática común; misas tempraneras presididas por el Provincial; diálogos informales; paseo al majestuoso Chinak merú. El día de ayer se marcharon, después del desayuno, a Santa Elena de Wairén, capital municipal de la bella Gran Sabana.

Hoy debe regresar de dicha ciudad el hermano Raúl, después de hacer diversas diligencias y compras. Mañana, Dios mediante, en la tarde, viajaremos todos a Santa Elena para un encuentro de las dos fraternidades con el Provincial y sus compañeros.

Esta mañana, en clase de franciscanismo, hicimos comentarios al capítulo de la obra de Englebert que describe la vida en Rivotorto. Uno de los postulantes preguntó cómo discernir cuál es la alegría espiritual. Leímos y analizamos el relato de la perfecta alegría y varias admoniciones.