miércoles, 30 de septiembre de 2009

Oración cotidiana

Durante los días venideros tal vez no tengamos servicio de infocentro, por las fiestas patronales, en honor a Teresita de Lisieux, la doctora del Caminito espiritual, del abandono en los brazos de Jesús, que son el ascensor hacia el Padre Misericordioso. Una santa francesa del siglo XIX celebrada en el s. XXI en medio de los arekunas, subgrupo del pueblo pemón, parte de la gran familia caribe, históricos guerreros, ahora pacíficos aunque combativos ciudadanos de esta dolida república, donde un puñado de admirables universitarios, en huelga de hambre, hace temblar al ogro no tan filantrópico (O. Paz dixit).
Ayer, al salir del infocentro, después de las acostumbradas líneas en este espacio, fui a caminar y orar, gustando de la belleza de la Gran Sabana, con sus selvas, tepuyes y llanuras cubiertas de pasto y matorrales de baja altura. Sensaciones, sentimientos, ideas, Palabra y propuestas de acción... Vivir para lo esencial, vivir para Jesús... Trozos del Ben Sirac rumiados cada día. Ben Sirac 47: Sabio desde la juventud, Salomón. Jóvenes aguerridos y lúcidos los estudiantes universitarios que se niegan a tragar el discurso 'revolucionario' que se traduce en dominio unipersonalista del Gran demagogo, que habiendo controlado el aparato estatal, lamenta no poder decir lo mismo de las Universidades autónomas, los sindicatos, los medios de comunicación independientes y la Iglesia.
Rezo el rosario y pongo en manos de Dios la pequeña grey de Kavanayén, el Vicariato apostólico del Caroní, el señor Obispo, la madre Iglesia, el Papa alemán, el terruño, la patria grande, el viejo cosmos entero... sin olvidar a personas entrañables que me han acompañado en mi pobre existencia, incluyendo a frailes capuchinos como Fr. Santiago Pérez, apreciado director espiritual, párroco, viceprovincial y finalmente fugaz obispo de nuestro vicariato gransabanero.