viernes, 11 de septiembre de 2009

Ayer y hoy

Rutina matutina en el hogar del Kavanarú: levantada, aseo, cafecito mañanero, laudes, campanas, misa, desayuno... Fui con Fr. Raúl, capuchino andaluz, Claudia y sus dos hijos, al salto Chinak, del río Aponwao. Ocasión para saludar a los vecinos de Ivarká y Rivo-rivó, incluyendo al jefe Olinto. Luis es el nombre del motorista que nos lleva hasta el majestuoso salto. Visito a Santiaga Calcaño, quien allí reside. Descendemos, atravesando un pequeño bosque, para contemplar el Chinak desde la parte baja. Media hora estuve, en silencio, gustando de esos millones de goticas que van cayendo incesantemente. En el budismo zen esta es una imagen de la realidad toda, que fluye y permanece, misteriosamente; el viejo cosmos tiene quince mil millones de años y sigue renovándose; alabado sea el Abismo sin origen que da origen a todas las creaturas, con sus incontables instantes. Natación, almuerzo frugal... Regresamos al puerto, gustando del paseo en canoa motorizada.

En el puerto nos refrescamos con algo de bebida. Fui a Ivarká a buscar unos rollos de manto asfáltico, que usarán para calafatear las embarcaciones. Nos detuvimos en Iromadén a saludar a Valeriano, su esposa Ana María, su hija Betty y los retoños de la última. Valeriano me cuenta que estuvo muy bien el encuentro de los ancianos arekunas, con participación de jóvenes y de las facilitadoras del equipo 'Proyecto riesgo'. El trabajo continúa. Reflexionamos sobre la resistencia de los líderes indígenas a confrontar al gobierno, por incumplimiento del mandato constitucional de la demarcación de los territorios de los pueblos originarios.

Me retiré después de cena, temprano; me despedí antes de Fr. José Manuel, quien se marcha en la madrugada a Upata, con Ismael, profesor y mecánico.

En la mañana de hoy, rutina matutina. La misa tuvo más feligreses de lo ordinario, por ser día de N. S. de Coromoto. Homilía centrada en el texto evangélico y la celebración mariana. Pongamos la patria entera, también a quienes se oponen a la Educación religiosa escolar, en manos de la Madre que prefiere a los indígenas. Pidamos luz y fortaleza para los líderes de las comunidades pemones, para sus bregas por los derechos de los pueblos indígenas, especialmente el derecho al territorio. Roguemos por los hermanos novicios que hoy hacen su profesión como frailes capuchinos. De misa a mesa: desayuno.

El Hno. Raúl llevó de paseo a los hijos de Claudia; ella se fue de caminata y meditación, por su parte. Yo aproveché para saludar a otros vecinos. El médico, Plácido, nativo de esta comunidad, se fue temprano a la capital municipal. Converso con el jefe Filiberto; acordamos que ayudaré a su secretario, Francisco Pérez, como antes lo he realizado con él mismo, en redacción de cartas y otros textos para la gestión de la junta directiva. En infocentro, dialogo un poco con Henry, uno de los facillitadores; leo prensa-e y mensajes postales; sólo en la tarde pude ingresar a este blog, para actualizarlo. En la mañana colaboré en sendas cartas para el Comandante Noroño y un funcionario de Ministerio de Ambiente; los miembros de la junta directiva comunitaria expresan la decisión soberana de usar granza en la reparación que la alcaldía hará a la vía que nos une a la troncal 10, nuestro vínculo con la capital municipal y con el resto del Estado Bolívar. Para comprender lo dicho es bueno recordar que esta región es parque nacional, pero antes es propiedad de los pemones.

Almuerzo, siesta, llevo mi pendriver a la laptop de Lupe para 'vacunarlo'; al fin puedo entrar en el blog y leer El Nacional. Todavía no pude leer el buzón-e en gmail. Lupe hace en su restaurante lo que necesita mi habitación: limpieza a fondo. Hoy retomé la lectura del blog de Yoani. Imprimí dos noticias de su blog para publicarlas en la cartelera de la entrada del centro misional. Yoani: Una líder juvenil de la lucha contra la jurásica burocracia de Cuba.