miércoles, 24 de junio de 2009

los makunaima IV

Resulta que el tigre había cambiado las señales, para confundir a los buscadores. De esta manera fueron a parar a la casa del depredador felino, donde encontraron a su esposa, la mujer-sapo. Señales cambiadas. En el Ben Sirac, capítulo 9, se nos indica: 'Considera que caminas entre trampas'. El Maestro nos enseña: sean astutos como serpientes. La vigilancia de sí (nepsis en griego) debe hacerse actitud constante y debe dirigirse también a lo externo: atención al entorno. En el budismo zen se considera la meditación, la clave de la vida, un flujo entre atención (al entorno) y concentración (en el propio hondón).
Los hijos fueron a cazar y dejaron a su madre en amistosa relación con la mujer sapo, quien aprovechó para envenenarla. Cazar es una actividad lúdica para los pemones, aún siendo de escaso aporte alimenticio, por la escasez de piezas grandes en un suelo pobre en nutrientes, aunque rico en minerales, incluso preciosos (oro y diamantes). Los makunaima estaban cazando con cerbatana. Los pemones leen, poéticamente, que una pequeña planta sabanera, que parece flechada con dardos, por las rectas ramitas que brotan de ella, es el testigo de esas cacerías: parece que los makunaima no tenían muy buena puntería. Humor y capacidad de observación: dos cualidades pemones muy importantes para la vida cotidiana.
Un pajarito (kachipirau) intentaba avisarles del peligro que corría su madre, pero al tener que escapar del acoso constante de los cazadores, no podía notificarles. Finalmente el hermano mayor comprendió lo que sucedía y propuso a Chiké que lo dejaran tranquilo para que pudiera expresarse. Entonces el pajarito les dio su mensaje. Corrieron hacia la casa de la mujer-sapo, pero ya era tarde: su madre estaba muerta. La mujer-sapo les dio una explicación que ellos sabían falsa, pero disimularon y decidieron esperar para vengarse. La naturaleza nos envía señales, pero si no las atendemos a tiempo tendremos graves consecuencias. Profundo y actualísimo motivo. Distintas personalidades y organizaciones, desde el pronunciamiento del Club de Roma, nos están llamando a revisar nuestro estilo de vida, para ser más austeros y solidarios, o la sociedad saltará en pedazos, históricos y cósmicos. El nivel de consumo de la clase media norteamericana, por poner un ejemplo, no es universalizable: agotaríamos los recursos. El calentamiento global ya está haciendo notar sus efectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario