jueves, 2 de julio de 2009

en el hogar del Kavanarú III

Rutina matutina. En misa, comentario al evangelio hodierno: Jesús que sana al paralítico íntegramente, en su espíritu y en su cuerpo. Un modelo de pastoral. El Buen pastor, que conoce a sus ovejas y da su vida por ellas, es la fuente de la acción eclesial. La misión de la Iglesia es la misión del Buen pastor: trabajar para que todos tengamos vida abundante: anuncio de la Palabra, celebración de los misterios, formación de los creyentes, lucha por los derechos humanos (aquí especialmente por el derecho al territorio pemón y por una educación de calidad, con rasgos propios, incluyendo el nivel superior).
En clase con los postulantes, carta del Hno. Ministro General, Mauro, llamándonos a reavivar la llama de nuestro carisma, el regalo que el Espíritu Santo ha hecho a la Iglesia en la vida de Francisco de Asís y en la Familia Franciscana. En este centro misional hay niños y jóvenes franciscanos, seglares, religiosas (franciscanas del sagrado corazón) y frailes capuchinos. En el Cántico de las creaturas, la llama, es decir el hermano fuego es caracterizado como bello, alegre y fuerte. Belleza del carisma que el pobrecillo nos ha legado: vivir el Evangelio en medio de los empobrecidos, siendo testigos de la oración, la fraternidad y la minoridad (humildad, austeridad, solidaridad, servicio). Fortaleza de quien se sabe acompañado por el Espíritu Santo (de quien viene el carisma). Gozo que nace de la sintonía con quien afirmó: que mi alegría esté en ustedes y la alegría de ustedes sea plena.
En diálogo con Fr. Álex: detalles de administración (esta es una de sus tareas) y una consulta sobre un aspirante local. Un exmaestro que quiere ir a la última convivencia vocacional, para ingresar en el postulantado. Ambos creemos que puede ir a la convivencia, pero debe hacer un año de seguimiento antes de ingresar. Cada hermano que llega a las puertas de la Orden, pidiendo ingreso, es un regalo de Dios; pero al mismo tiempo hay que hacer discernimiento. La pregunta clave es si el que viene tiene pasión por el seguimiento del Mesías carpintero.