Noveno haiku: Gracias Yahvé:/ quiero alegrarme en tí./ Ten piedad de mí.
Eucaristía significa acción de gracias. Cada vez que celebramos la misa damos gracias a Dios por tantos bienes que nos regala: la vida, la familia, la fe, la iglesia, la Palabra, los sacramentos, el Pan de vida, el Espíritu, la vocación personal, los carismas, las misiones, los hermanos todos, desde el gusanito hasta el Viejo Cosmos (15.000 millones de años), pasando por Urosa y Chávez.
En el Magnificat reconocemos a María de Nazaret, joven judía madre de Dios, como aquella que encuentra su alegría en Dios salvador. Lou Marinoff ha escrito un texto que se titula 'Más Platón y menos Prozac'. Me permito glosar el título: 'Más Dios y menos Prozac'. 'Vengan a mí los que están cansados y agobiados, yo les aliviaré', dijo el carpintero mesías, y nos lo repite cada día.
Cada vez que celebramos la misa reconocemos que somos pecadores y pedimos perdón a Dios. La conciencia de las propias faltas ha de ayudarnos a combatir el narcisismo que tanto da qué hablar y qué hacer en esta posmodernidad, tan dada a cultivar el ego, hasta inflarlo a dimensiones como las del ego de aquellos que se creen la voz de la Historia o del Pueblo, y no son más que reyes desnudos, con contenedores podridos y demás.
jueves, 8 de julio de 2010
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