Salmo 18: Mi fortaleza,/ peña en que me amparo:/ yo te amo.
Las criaturas estamos sometidas a pruebas y vaivenes. En el evangelio de hoy los apóstoles, hombres hechos y derechos, en una cultura machista, pescadores acostumbrados a bregar con el mar, no se asustan con el viento contrario, pero gritan de terror creyendo que el Maestro que camina sobre el agua es un fantasma... No teman, soy Yo. Que esa palabra que Jesús dijo a los apóstoles resuene en nuestro corazón, cuando nuestros temores nos visiten. Y amemos hondamente al Único que puede brindarnos paz profunda.
martes, 3 de agosto de 2010
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