Salmo 25: Señor Yahvé:/ No sea confundido,/ en Ti confío.
Shakespeare afirma que la historia es un discurso de borracho, sin pies ni cabeza. Ciertamente así nos sentimos en ocasiones ante los acontecimientos, en la vida personal o en la gran historia (nacional, mundial). Pero los creyentes, aunque vemos como en un espejo y oscuramente (dicho paulino), tenemos una lámpara. Jesús ha dicho rotundamente: Yo soy la luz. Un aguinaldo venezolano lo expresa de esta manera: síganle los pasos al pastor divino, aunque ensangrentado va por buen camino.
martes, 17 de agosto de 2010
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